Casco Militar
Una de las partes delicadas e importantes del cuerpo humano por excelencia es la cabeza.
Desde tiempos pasados, a los guerreros y soldados se les enseñó a que si querían realizar ataques letales, debían apuntar a la cabeza y a la cara para neutralizarlos con eficacia.
Para poder defenderse de este tipo de ataques se inventaron y diseñaron los cascos.
Los cascos de combate se han empleado desde la Edad Antigua, por ejemplo los ejércitos de los pueblos del Mar Egeo y del Mediterráneo como en la cultura romana y griega.
En la antigüedad, los cascos realizados por estas civilizaciones eran hechos de diversos materiales, siendo el bronce uno de los materiales más utilizados.
Los romanos son más conocidos en este ámbito gracias al estilo que ellos brindaban a sus cascos. El caso del casco que utilizaban los centuriones romanos, este es uno de los más conocidos por su singular cresta en la parte superior de la cabeza.
Este accesorio no se dejaría de utilizar durante mucho tiempo, llegando hasta nuestros días. En la Europa medieval, los caballeros utilizaban cascos que cubrían por completa la cabeza y algunas veces los cuellos para mantener esa zona lo más protegida posible, aunque resultaba incómodo el portarlos ya que no permitían una gran movilidad a quien lo portaba, además de que tampoco es cómodo portar metal en la cabeza, por lo mismo, se utilizaban pedazos de algodón para dar mayor comodidad.
Posteriormente, muchos años en el tiempo, pasando por las Guerras Mundiales, los combates no acabaron y los actividad armamentística evoluciono por lo que el tipo de cascos que se utilizaban para resistir los embates del acero ahora no podían soportar las balas, por lo que estos cascos tuvieron que mutar y evolucionar de las misma manera que lo hacían las armas.
Los cascos de hoy en día, cuentan con más funciones que el solo proteger al soldado. Muchas veces cuentan con una cámara que graba todo lo que el soldado tiene frente a él.
De igual manera, dependiendo del diseño del casco, este puede corgar con otras opciones para mejorarlo. Por ejemplo, el Ejército de Holanda está a punto de tener listo un nuevo casco que le brinde diferentes niveles de protección a la cabeza del soldado dependiendo los grados de hostilidad del terreno, siendo el nivel 0 en donde no se necesite tanta protección hasta el nivel 3 en donde contaría con una especie de mascarilla que lo proteja contra las tormentas de arena, tapones para los oídos y gafas resistentes.