EL AMOR Y EL EJÉRCİTO.
Armas, batallas, y muerte, ser un soldado parece ser una de las profesiones en las que uno menos imagina que el amor puede abrirse camino. Y es que el estar tan lejos de la persona que amas o saberla en peligro, son unas de las preocupaciones que los humanos más evitan al buscar una relación. Cuando un soldado se enamora de una persona que no pertenezca al ejército, se puede tornar en una situación complicada para ambos, al llevar un estilo de vida tan diferente uno pensaría que son relaciones no prósperas. Aunque con el paso de los años, se ha comprobado que esto no es así. Gracias a las redes sociales, tenemos acceso para conocer las experiencias de las personas que están casadas con soldados, dentro de las publicaciones y videos que rondan en internet hay palabras que sobresalen y explican un poco cómo es la vida junto a un militar, lealtad y esperanza se encuentran dentro del lado amable, ese lado bonito que todo el mundo desea ver y escuchar al hablar de amor, pero las palabras distancia y soledad, nos muestran el lado amargo de estas relaciones.
Meses o años, es el tiempo que una persona involucrada con un soldado puede pasar esperando para poder estar de nuevo junto a ellos sin tener certeza alguna de cuando volverá a partir. Y es que no es ningún secreto que las personas que trabajan para las fuerzas armadas, tienen que estar viajando cada cierto periodo de tiempo y aunque es cierto que hay viajes en los que se pueden llevar a sus parejas (como cuando los cambian de ciudad permanentemente), en situaciones de guerra, se van solos, dejando en sus familias, miedo e incertidumbre. Aunque en realidad son más las cosas buenas que malas, pues, en las experiencias que comparten los usuarios de internet, también se menciona que los soldados son muy leales y siempre están al pendiente de sus familias y de los que más quieren.El uniforme militar: la importancia de su funcionalidad